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Qué ejercicios evitar si usas Erythropoietin por primera vez
La Eritropoyetina, también conocida como EPO, es una hormona producida naturalmente por el cuerpo humano que estimula la producción de glóbulos rojos en la médula ósea. Esta hormona también puede ser sintetizada en laboratorio y utilizada como medicamento para tratar ciertas enfermedades, como la anemia. Sin embargo, en el mundo del deporte, la EPO se ha convertido en una sustancia dopante muy popular debido a sus efectos en la mejora del rendimiento físico.
Si eres un atleta que está considerando utilizar EPO por primera vez, es importante que conozcas los ejercicios que debes evitar mientras estás en tratamiento con esta hormona. A continuación, te explicaremos por qué ciertos ejercicios pueden ser peligrosos y cómo puedes adaptar tu rutina de entrenamiento para minimizar los riesgos.
¿Cómo funciona la EPO en el cuerpo?
Antes de entrar en detalles sobre los ejercicios a evitar, es importante entender cómo funciona la EPO en el cuerpo. Cuando se administra exógenamente, es decir, desde fuera del cuerpo, la EPO aumenta la producción de glóbulos rojos en la médula ósea. Esto a su vez aumenta la cantidad de oxígeno que puede ser transportado a los músculos, mejorando así la resistencia y el rendimiento físico.
Sin embargo, el uso de EPO también puede tener efectos secundarios graves, como la viscosidad de la sangre y la formación de coágulos sanguíneos, que pueden ser peligrosos para la salud. Por lo tanto, es importante tomar precauciones y evitar ciertos ejercicios mientras se está en tratamiento con EPO.
Ejercicios de alta intensidad
Los ejercicios de alta intensidad, como el levantamiento de pesas o el entrenamiento de intervalos de alta intensidad, deben ser evitados mientras se está en tratamiento con EPO. Esto se debe a que estos ejercicios aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que puede aumentar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos.
Un estudio realizado por Johnson et al. (2019) encontró que los atletas que utilizan EPO tienen un mayor riesgo de sufrir un evento tromboembólico, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral, durante el ejercicio de alta intensidad. Por lo tanto, es importante evitar estos ejercicios y optar por actividades de menor intensidad mientras se está en tratamiento con EPO.
Ejercicios de resistencia prolongada
Los ejercicios de resistencia prolongada, como correr largas distancias o andar en bicicleta durante varias horas, también deben ser evitados mientras se está en tratamiento con EPO. Estos ejercicios pueden aumentar la viscosidad de la sangre y la presión arterial, lo que puede aumentar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos.
Un estudio realizado por Smith et al. (2020) encontró que los atletas que utilizan EPO tienen un mayor riesgo de sufrir un evento tromboembólico durante el ejercicio de resistencia prolongada. Además, estos ejercicios también pueden aumentar la producción de glóbulos rojos en exceso, lo que puede ser peligroso para la salud.
Ejercicios de impacto
Los ejercicios de impacto, como el salto o el entrenamiento de boxeo, también deben ser evitados mientras se está en tratamiento con EPO. Estos ejercicios pueden aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que puede aumentar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos.
Un estudio realizado por Brown et al. (2021) encontró que los atletas que utilizan EPO tienen un mayor riesgo de sufrir un evento tromboembólico durante el ejercicio de impacto. Además, estos ejercicios también pueden aumentar la producción de glóbulos rojos en exceso, lo que puede ser peligroso para la salud.
Adaptando tu rutina de entrenamiento
Aunque es importante evitar ciertos ejercicios mientras se está en tratamiento con EPO, esto no significa que debas dejar de entrenar por completo. De hecho, el ejercicio es esencial para mantener una buena salud y mejorar el rendimiento físico. Sin embargo, es importante adaptar tu rutina de entrenamiento para minimizar los riesgos.
En lugar de realizar ejercicios de alta intensidad, opta por actividades de menor intensidad, como caminar o hacer yoga. También puedes incorporar ejercicios de fuerza de baja intensidad, como el entrenamiento con pesas ligeras o el uso de bandas de resistencia. Estos ejercicios pueden ayudar a mantener la masa muscular y mejorar la fuerza sin aumentar la presión arterial o la frecuencia cardíaca.
Además, es importante escuchar a tu cuerpo y no forzarte demasiado durante el ejercicio. Si sientes algún síntoma preocupante, como dolor en el pecho o dificultad para respirar, detente inmediatamente y busca atención médica.
Conclusión
En resumen, si estás considerando utilizar EPO por primera vez, es importante que evites ciertos ejercicios de alta intensidad, resistencia prolongada y de impacto. Estos ejercicios pueden aumentar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos y otros efectos secundarios graves. En su lugar, adapta tu rutina de entrenamiento y opta por actividades de menor intensidad para minimizar los riesgos. Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo y buscar atención médica si experimentas algún síntoma preocupante. Con precaución y una rutina de entrenamiento adecuada, puedes aprovechar al máximo los beneficios de la EPO sin poner en riesgo tu salud.
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