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Qué tipo de ejercicios potenciar con Apoyo al cerebro y la memoria
El cerebro es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, ya que es el encargado de controlar todas las funciones vitales y procesar la información que recibimos del entorno. Por lo tanto, es esencial mantenerlo en óptimas condiciones para garantizar un buen funcionamiento. Una forma de lograrlo es a través del ejercicio físico, el cual no solo beneficia al cuerpo, sino también al cerebro y la memoria. En este artículo, exploraremos qué tipo de ejercicios son los más efectivos para potenciar el cerebro y la memoria, y cómo el apoyo farmacológico puede mejorar aún más estos resultados.
Ejercicios aeróbicos
Los ejercicios aeróbicos, también conocidos como cardio, son aquellos que aumentan la frecuencia cardíaca y la respiración durante un período prolongado de tiempo. Estos ejercicios incluyen correr, nadar, andar en bicicleta y bailar, entre otros. Según un estudio realizado por Erickson et al. (2011), los ejercicios aeróbicos tienen un impacto positivo en la estructura y función del cerebro, especialmente en el hipocampo, una región clave para la memoria.
Además, los ejercicios aeróbicos también aumentan la producción de factores neurotróficos, proteínas que promueven el crecimiento y la supervivencia de las células cerebrales. Estos factores también están relacionados con la mejora de la memoria y la función cognitiva (Cotman et al., 2007). Por lo tanto, incluir ejercicios aeróbicos en nuestra rutina de entrenamiento puede ser beneficioso para potenciar el cerebro y la memoria.
Ejercicios de resistencia
Los ejercicios de resistencia, también conocidos como entrenamiento de fuerza, son aquellos que implican el uso de pesas, máquinas o el propio peso corporal para fortalecer los músculos. Aunque estos ejercicios se asocian principalmente con el desarrollo muscular, también tienen beneficios para el cerebro y la memoria.
Según un estudio realizado por Cassilhas et al. (2007), el entrenamiento de resistencia puede mejorar la función cognitiva en adultos mayores. Además, un estudio más reciente de Liu-Ambrose et al. (2010) encontró que el entrenamiento de resistencia también puede aumentar el volumen del hipocampo en adultos mayores con deterioro cognitivo leve. Esto sugiere que los ejercicios de resistencia pueden ser una herramienta efectiva para prevenir o retrasar el deterioro cognitivo relacionado con la edad.
Ejercicios de coordinación y equilibrio
Los ejercicios de coordinación y equilibrio, como el yoga y el tai chi, pueden parecer menos intensos en comparación con los ejercicios aeróbicos y de resistencia, pero también tienen beneficios para el cerebro y la memoria. Estos ejercicios implican movimientos lentos y controlados que requieren concentración y coordinación, lo que puede mejorar la función cognitiva.
Un estudio realizado por Wayne et al. (2014) encontró que el tai chi puede mejorar la función ejecutiva y la memoria en adultos mayores con deterioro cognitivo leve. Además, un estudio de 2016 realizado por Kim et al. encontró que el yoga puede mejorar la memoria y la atención en adultos mayores con deterioro cognitivo leve. Estos resultados sugieren que los ejercicios de coordinación y equilibrio pueden ser una forma efectiva de potenciar el cerebro y la memoria en adultos mayores.
Apoyo farmacológico
Además de los ejercicios físicos, también existen opciones farmacológicas que pueden ayudar a potenciar el cerebro y la memoria. Uno de ellos es el uso de nootrópicos, sustancias que mejoran la función cognitiva y la memoria. Algunos ejemplos de nootrópicos son la cafeína, la L-teanina y el ginkgo biloba.
Un estudio realizado por Haskell et al. (2005) encontró que la combinación de cafeína y L-teanina mejoró la atención y la velocidad de procesamiento en adultos jóvenes. Además, un estudio de 2013 realizado por Kennedy et al. encontró que el ginkgo biloba mejoró la memoria en adultos mayores con deterioro cognitivo leve. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso de nootrópicos debe ser supervisado por un profesional de la salud y no se recomienda su uso sin una indicación médica adecuada.
Conclusión
En resumen, el ejercicio físico es una herramienta poderosa para potenciar el cerebro y la memoria. Los ejercicios aeróbicos, de resistencia y de coordinación y equilibrio tienen beneficios comprobados en la función cognitiva y la estructura cerebral. Además, el apoyo farmacológico, como el uso de nootrópicos, puede mejorar aún más estos resultados. Sin embargo, es importante recordar que cada persona es única y puede responder de manera diferente a los ejercicios y medicamentos. Por lo tanto, es esencial consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier rutina de ejercicio o tomar cualquier suplemento para garantizar una práctica segura y efectiva.
En conclusión, incluir ejercicios físicos en nuestra rutina diaria no solo beneficia al cuerpo, sino también al cerebro y la memoria. Con la combinación adecuada de ejercicios y apoyo farmacológico, podemos mantener nuestro cerebro en óptimas condiciones y mejorar nuestra función cognitiva a lo largo de los años.
Fuentes:
Cassilhas, R. C., Viana, V. A., Grassmann, V., Santos, R. T., Santos, R. F., Tufik, S., & Mello, M. T. (2007). The impact of resistance exercise on the cognitive function of the elderly. Medicine and science in sports and exercise, 39(8), 1401-1407.
Cotman, C. W., Berchtold, N. C., & Christie, L. A. (2007). Exercise builds brain health: key roles of growth factor cascades and inflammation. Trends in neurosciences, 30(9),
